Wednesday, September 08, 2004

Viernes 29 de Noviembre de 2002

Viernes 29 de Noviembre de 2002
Conversación en un bar oventense con un joven que conoce a toda la "España musical" -mas bien a toda la lista de los 40 principales nacida en este país-:
- ¿Y son antipáticos o altivos? ¿Tienen una aureola de frialdad?
- En absoluto, son totalmente normales... Al principio yo también decía he trabajado con tal, o he conocido a cual, pero ahora ya me da igual, porque son exactamente igual que el resto de la gente, y la aureola la tiene más la gente que les rodea que ellos mismos. Mira, a mí Alejandro Sanz, cuando le conocí, se me acercó y me dio la mano y me dijo "hola, soy Alex", "Hola, pues yo soy Pablo", le dije yo, y tan normal, el pavo, si es que les conoces y son como cualquiera...
- ¿Y quién es borde? Cuéntanos quién es desagradable, que eso es lo que más mola.
- Pues los Café Quijano son bastante bordes y chuletas, menos el bajo (aquí dijo el nombre del bajo, información que fue rechazada por mi central de memoria) que nos invitó a todos a la cena después del concierto, sus hermanos se pusieron a echarnos la bronca sin venir a cuento, son de León, ¿sabes? y tienen una mala hostia que ni te digo...
- ¿Y no conoces a Sabina?
- ¡Hombre, Sabina, Pancho Varona y toda la tropa...!un día me los encontré en Madrid y terminamos en la Joy Eslava, que la habían alquilado para la ocasión, y no había más que amiguetes de ellos, drogadictos y putas.
- ¿Y se meten mucho, se mete mucho el artisteo en general?
- Pues mira, hay de todo, como en botica, ho, ho, ho, (eso corresponde a risas) Por ejemplo, a los de Melón Diesel no les llega la raya de la autopista de todo lo que se meten antes de un concierto. Está Ismael Serrano, al que no le saques sus porritos, y luego tienes a un Manolo García, por ejemplo, que no se mete nada. Y luego claro, Sabina, que el día en el que dejó la coca quebraron ocho camellos de Madrid... yo le conocí antes de que se reformase, cuando se ventilaba cada noche una botella de Jhonny Walker -etiqueta negra- él sólo, el tío, y como si nada. Es que es un tío que vive de noche ¿sabes? No, pero literalmente, se levanta a las diez de la noche, come a las cuatro de la madrugada y se acuesta a mediodía; es que este mundo es así, todo lleno de noctámbulos y tal, el Carlos Goñi, el de Revólver, ¿sabéis? pues ese también vivía de noche hasta que su mujer, la Rosi, le echó de casa, le puso las maletas fuera... y a vivir. Es algo sacrificado, esta profesión, no todo es fiesta diaria... a mí me ha llegado a costar mi pareja, imagínate, llegó un momento en el que me dijo, mira, si te pasas siete de cada diez días fuera de casa no merece la pena seguir.
- Porque se folla mucho, follan mucho los cantantes y tal, con tanta fan, ¿no?
- Pues también depende, como todo. Yo la verdad es que los peores conciertos son los de "Operación Disgusto" y los de Estopa. He hecho toda la gira de Estopa este verano, y ellos porque están casados, pero es que las fans, las peores, las niñas de quince años, que vale, yo puedo entender que les gusten y tal, pero es que "le quiero, le quiero", a ver, niña, ¡que no le conoces, piensa un poco!
- ¿Y conoces también a grupos extranjeros?
- Pues a Beck, los Cranberries, Oasis...
- ¡Oh, Beck! Beck, caray, Beck... ¿Y qué tal los de Oasis? ¿Algún problemilla con Noel y co.?
¡Qué va, todo de puta madre! Llegaron, tocaron y se largaron sin dar problemas... aquello sonaba como el culo pero a la gente le dio igual, allí todo el mundo borracho y colocado a pasarlo bien, que es lo que importa.
Hoy al llegar al hogar he ido a comer con mi padre al mexicano donde vamos siempre porque es el mejor restaurante mexicano de España, según la gente que se dedica a viajar por España probando restaurantes mexicanos (perdonad la mayúscula, amiguitos de Agir y demás grupos partidarios de acción directa, por cierto, no sé qué hacéis leyendo esto) y además es de unos señores de mi aldea, ella pinta cuadros figurativos y uno de ellos pende de la pared de mi salón, al lado del aparador donde se guardan los útiles de costura, reposa la tele y sonríen apetecibles las aventuras de Sherlock Holmes (y su último saludo, y sus archivos, y el estudio en escarlata, y el perro y etc)
Más tarde he quedado con unas amigas y me he pasado la tarde de cafetería en cafetería, ingiriendo un té tras otro, entre los que se coló un chocolate con nata, poniéndome al día de la vida sentimental de varias, cosa que resulta muy reconfortante y a la vez algo jodiente cuando tú hace casi un año que no tienes vida sentimental, ni sexual, ni de ningún tipo relacionada con las hormonas y las sustancias que segregan las múltiples glándulas del cuerpo humano.
Luego hemos ido a cenar con más amigas, y hemos charlado de variados temas:
- el naufragio del Prestige y el absoluto ridículo en el que ha quedado toda autoridad relacionada con el mismo, cosa ya de por sí jodida de averiguar porque nadie parece tener la menor competencia sobre el hecho. ¿Mía la responsabilidad? ¡Por dios, craso error!
-la absoluta desinformación y el tan tremendo engaño en el que vivimos. Y no estoy hablando en plan existencial, estamos atrapados, conocer la verdad es imposible y tal y cual. No, hablo de cosas concretas, de la CNN y afinando más, de la compra de series exitosas de TVE por parte de Antena 3, y de la suspensión de Caiga quien Caiga y, volviendo la vista atrás, que es bueno a veces, como decía sabiamente Karina, del vídeo de Pedro J. vestido de mujer bailando con una puta y de Pepe Navarro y del surgimiento repentino de una figura llamada (perdonen que me ría) "el defensor del espectador"
-maltratos a las mujeres con frecuentes referencias a Ana Rosa Quintana (que debería hacerse customizar una camiseta con la leyenda: "Yo sobreviví a Sabor a Hiel", derivaciones sobre el tema de si los maltratadores son enfermos o no, y si por lo tanto deben ir a la cárcel o recibir tratamiento psicológico, o psiquiátrico, del mismo modo que si se tratasen de esquizofrénicos o paranoicos. La ley exime, enajenación mental transitoria, ¿deben pagar? ¿pueden curarse? ¿son víctimas de una infancia abundante de perforaciones anales o simplemente son malos?
- violaciones de mujeres durante la guerra de Bosnia. El papa les dijo "no abortéis, aceptad al enemigo" Diez años después. Reportaje de la Marie Claire de este mes, ¡cómo se nota que es la revista preferida de las mujeres con un nivel sociocultural alto de este país!
-drama personal de una amiga, cuyo edificio está siendo boicoteado por quién sabe qué perverso miembro de la comunidad de vecinos: 99 coches rajados en la calle en una noche, los de su garaje con las ruedas pinchadas, queman los cables del ascensor repetidas veces, a la vecina del primero le aparecen envenenados los gatos, se sospecha de los vecinos de arriba, matrimonio conflictivo cuyos hijos lideran las listas de futuros miembros del selecto club de los que le dan usos insospechados a las sierras eléctricas.
Mañana mis padres se van a Tenerife. Mi padre se ha comido una de las cajitas de bombones que le traje de Oviedo para sus compañeros de trabajo. Mi madre me alecciona en el avance en mi labor calcetadora. Antes de navidades he de añadir una nueva manofactura a mi armario.
Sábado 30 de Noviembre de 2002
Cuando era pequeña estaba obsesionada por dilucidar cuál era mi película favorita: siempre estaban en pugna "La dama y el vagabundo" y "Robin Hood", ambas de la Disney, por supuesto, yo era fiel a una casa, y sobre todo a su parte clasicona, porque ni "La Sirenita" ni "La Bella y la Bestia" pudieron superar al encanto de aquellos bohemios y carismáticos personajes que despertaron mis instintos zoofílicos.
En preescolar estaba convencida de que unos seres minúsculos vivían en las junturas de los azulejos de los pasillos. Mi obsesión era ir recogiéndolos con la mano para que pudiesen salir de tan desalentador paisaje.
En otro punto intermedio de mi infancia me obsesioné con el teatro: cada libro que leía, o película que veía, me imaginaba su teatralización, el decorado y hasta quienes de entre mis incautos familiares interpretarían cada papel.
A los doce años me obsesioné con Madame Pompadour, a raíz de la lectura de su biografía en una colección de personajes femeninos importantes llamada "Las Inmortales" Era muy frustrante, porque yo intentaba hablarles de ella a mis amigos y ellos empezaban a canturrear: "oh, Pompadour, como la manzanilla, pom-pom-pompadour..." Y ya derivaba la charla hacia las infusiones y tisanas.
Cuando cumplí trece años me obsesioné porque no me daba llegado la menarquía, la primera regla, y en el libro de ciencias ponía que la edad media para tal acontecimiento era de 12 años; además, eso alimentaba mi teoría de que yo iba retrasada con respecto a mis congéneres. Poco después mis ovarios emitían su cosecha con regularidad mensual.
Con trece también me obsesioné con cierta idea de que la sociedad necesitaba "despertar", que todos vivíamos dormidos y era necesaria una renovación, como si fuese un Platón de la vida o un desfasado postexistencialista.
Al cumplir catorce descubrí, leí, me transformé con Jardiel Poncela. Me pasaba el día viendo a Mario Esfarcies por las escaleras, y desde entonces la visión de un almendro nunca ha vuelto a ser la misma.
Con quince años me obsesioné por teñirme el pelo de color rojo. Lo he intentado muchas veces desde entonces, este verano con resultados exitosos por primera vez. Una vez superada esa obsesión, decidí oscurecer discretamente mis bucles.
A los dieciséis me obsesioné con la llegada de la celulitis a mis muslos y con la lectura de numerosas revistas femeninas, que aún me dura
A los diecisiete me obsesioné por el mundo tanguístico, encarnación de otra de mis obsesiones fraguadas desde que era prepúber: los años 20.
Y así, así, así seguimos.

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