Wednesday, September 08, 2004

Series infantiles, rebajas, bellezones

Seamos inútilmente nostálgicos.
Las series que me gustaban cuando era pequeña:
La aldea del arce.

Sintonía: "Ven a nuestra aldea a jugar con nosotros, a jugar con ardillas, a jugar con los osos... "
Yo tenía una conejita Paty de juguete, del merchandasing oficial de la serie. Ella era la reina de mis juegos junto a un pequeño y diminuto oso de goma que no sé de dónde salió, bautizado por mí como "Fosi" Aún ahora los encuentro y se me enternecen las entrañas. En la aldea del arce vivían multitud de familias: la familia conejo, la familia oso, la familia tejón... todos vivían sipáticas y verdaderamente emocionantes aventuras, llenas de drama, en las que nunca estaba ajeno el lobo que vivía en el bosque, un pobre lobo andrajoso al que siempre le salían las cosas fatal y que en el fondo (ouiiii) tenía gran corazón, como quedó claro en aquel capítulo en el que una de las amigas de Paty, la tejona (o cual fuera el roedor, he de consultar mi libro de biología) se escapaba de casa porque su abuela se había ido a vivir con ellos y tenían unos terribles choques generacionales y la abuela le pegaba una bofetada. Recuerdo que pensé "¡qué cretina! Se va al bosque por una simple bofetada, ésta no sabe lo que pasan niños como Luka (jojo)" La tejoncita traumatizada se hacía amigui del lobo, pero la amistad duraba poco porque en seguida Paty and co. la rescataban y ella comprendía que al fin y al cabo el invierno es duro y a la abuela le queda poco ya, así que lo mejor es volver a casa. Y al pobre lobo que le den. Me quedé indignadísima.
Chicho Terremoto.

Sintonía: "Chicho es un canijo, un canijo pequeñito (redundancia), que llega muy alto para hacer un buen tapón"
El manga nos trajo el sexo al mundo de los dibujos animados, llegada largamente aplaudida por mí, pequeña niña en edad de aprender. Si en Las bolas del Dragón era el viejo maestro que llevaba una concha de tortuga adherida a lal chepa el fetichista de las bragas, aquí era el propio protagonista, Chicho, el fanático de las bragas, que debían ser blancas. Era incorrecta, deslenguada, delirante y surrealista. Lo mejor era cuando obviaban el tema del baloncesto y se dedicaban plenamente a buscar tesoros en una isla perdida, tener apasionantes encuentros amorosos y demás. Mi momento favorito era cuando Chicho se "convertía" en adulto, atractivo y de viril voz (justo como hacía el Doctor Slump, oh Arale querida) para abrazarse con su amada Rosita (Akane en la versión original), hasta que de pronto al dura realidad se hacía patente y Chicho pasaba bajo las piernas de Rosita con total facilidad.
David el gnomo

Sintonía: "... soy siete veces más fuerte que tú, muy veloz, y siempre estoy de buen humoooor..."
La mayoría de mi educación naturística proviene del Libro Secreto de los Gnomos, una suerte de enciclopedia infantil en la que lo mismo te contaban la historia de Bausala, el gnomo viajante, que te hablaban de cómo teñir mantas de lana con bayas de saúco que te relataban los viajes de capitán Cook. Volviendo la vista atrás la verdad es que era de lo más educativa, y tenía unas ilustraciones (grabados originales y dibujos de apariencia muy "adulta") de lo más bellos. Sí, era esa una gran enciclopedia. Y respecto a la serie, me la sabía de memoria porque la tenía (al igual que mi idolatrada Heidi y Don Quijote) grabada en Beta. Luego existió una secuela, las aventuras del Juez Klaus y de su ayudante Dani (que era clavado al ayudante de Tim Allen en "Un chapuzas en casa"), que iban repartiendo justicia allí donde se les necesitase, pero no era lo mismo. A mí donde estuviese David y su esposa Lisa (recuerdo lo mucho que me traumatizó un episodio en el que Lisa era secuestrada por no se qué, supongo que algún troll, y dejó un rastro de sangre en la nieve) saludándose cual esquimales, que se quitase cualquier Garzón con pinta de Papá Noel.
Heidi

Sintonía: el eterno y delirante "Abuelito dime tu, que sonidos son los que oigo yo, Abuelito dime tu, porque yo en la nube voy"
Yo era súper súper fan de Heidi. La ponían los martes a las seis y media de al tarde en Tve 1, y el único capítulo que me perdí fue –justamente- el del regreso de Heidi a las montañas acompañada de Sebastián, el mayordomo. Tengo todos los capítulos grabados (son 52, creo) y la colección completa de comics en 13 tomos leídos y releídos con inspirados títulos como "Un horrible susto" "Clara se pone mala" o "¡Eres una cobardica!" Es una serie cursi y Heidi una redicha, sí, pero es uno de los pilares de mi educación y como comprenderéis no voy a ser objetiva con ella. Yo amé a Pedro. Odié a la Señorita Rottenmeier. Y Clara era una petarda. Es todo lo que tengo que decir.
Ranma ½

Aquí ya llegaba el sexo al predominio total sobre la acción. Era descacharrante y con un argumento bin complejo: Hay en China unas fuentes mágicas en las cuales todo aquel que se cae ve transformada su naturaleza. Ranma y su padre, cocinero y luchador, no recuerdo qué coño pintaban en China, pero el caso es que se caían en las dichosas fuentes y ahora cada vez que se mojan con agua fría (agua caliente para volver al estado original) Ranma se convierte en mujer –una pelirroja de exhuberante poitrine- y su padre en Oso. Panda, para más señas. Van a Japón a casa de un antiguo amigo y allí se encuentran con las tres hijitas de éste, (creo que eran tres) con una de las cuales, Akane (era predilección por este nombre la de los guionistas nipones) Ranma vive una relación de amor-odio en el más puro estilo luz de luna. Y ya tenemos el pifostio montado: está un enemigo-amigo de Ranma que también hizo la consabida visita a las fuentes y por eso cuando se moja con agua fría se convierte en cerdo, que está enamorado de Akane. Y está una atractiva y putilla de pelo azul que se llamanba.... ¿Bum Bum? Estaba enamorada de Ranma (cuando decimos enamorado queremos decir que le mojaba el coño/polla, se entiende) y se convertía en gato cuando... (sí, también había ido a las fuentes chinas de los cojones) Y había también un viejecillo verde que se dedicaba a robar sujetadores y bragas. Me chiflaba Ranma.
Y muchas, muchas otras: los dibujos de la Hanna Barbera en su conjunto: los Supersónicos, Don Gato, Maguila Gorila, Pixie y Dixie... Y "La vuelta al mundo en 80 días", y "Los pitufos" y "Campeones" (sí, yo también fui uno de ellos) y "Juana y Sergio" y "Piruetas"... todos estos que venían en las cintas de "Campeones y tus amigos de Tele 5"
Sólo una puntualización: detestaba a Mofli, el último koala y a su dueña Corina. Quería que Mofli muriese (me ha costado años de terapia confesarlo)
Día de Reyes. Voy a enumerar lo que yo he regalado (algunas cosas aún no han sido entregadas a su destinatario, pero démoslas por regaladas y aplaudidas):
- Un rimmel transparente (debería decir máscara de pestañas, esto del rímmel es como lo de nocilla a la crema de cacao)
- Body milk
- Una barra de labios Water Shine Diamonds de Maybelline, tono nº102
- Botes de setas variadas en conserva
- Latas de pimientos del piquillo rellenos
- Una cartera de cuero
- Un pack con el revolucionario (eso de revolucionario: es sólo una actualización del consabido consejo de abuela: lávate la cara con jabón al acostarte y al levantarte) sistema 3 pasos de Clinique.
- Un libro sobre la historia de Hombres G, para Poo, que se pasó la infancia chupándose los cd´s de sus primos (hoy treintañeros) y le han quedado este tipo de secuelas.
- Un libro de Jesús Palacios: "Satán en Hollywood" para Gabbo, que se pasó la infancia viendo Melrose Place y le han quedado también este tipo de secuelas.
Mañana terminan las vacaciones, hay que volver a la rutina, volver a pagar alquileres y gases y luces y aguas, hacer la compra... volver tras las Navidades es como ese anuncio de Panrico en el que un joven regresa a su hogar tras las vacaciones de agosto en algún destino exótico, y lo único que encuentra en la nevera es una manzana podrida y un bote de leche agria. Yo tiemblo al pensar lo que me espera.

Días de frío y rebajas. El jueves, o sea, ayer, salí a la calle pertrechada contra esa ola de frío siberiano que según Maldonado se nos echaba encima para hacernos caer el moquillo. Me sentí bastante decepcionada porque la verdad, mucho exagerar y tal y cual pero hacía mucho más frío el miércoles. Total, que tres horas después nos asomamos a la ventana una amiga y yo, y digo yo "Vaya, está lloviendo" y dice ella "No... es nieve" Y eso, que sí, que era nieve, que estuvo media tarde nevando y mis compañeritas de piso y yo parecíamos gilipollas asomadas a la ventana y cogiendo copos con las manos, riéndonos al ver cómo los niños se tiraban bolazos hechos con la nieve amontonada sobre los coches.
Rebajas: Colas. Empujones. Montones de ropa desordenada como en la feria. Ruido. Y todos los años, una vez más en primera línea frente al Corte Inglés, la eterna señora que siempre es la primerita en entrar en las rebajas, saludando ya a la cámara, que me parece perfecto porque tiene todo el derecho a considerarse una estrella. Hablando de compras, estos días no sé que les pasa a los responsables del hilo musical de Zara (sí, frecuento Zara, creo que ha hecho mucho más por el bienestar de las masas que cualquier Bakunin de medio pelo, porque el hecho de democratizar la moda aún no ha sido valorado lo suficiente, pero con el tiempo terminaremos venerando a San Amancio Ortega, y a los niñitos coreanos que hacen nuestras camisetas de algodón a 9 euros la pieza) Decía que estos días en Zara les ha dado por el revival Kylie Minogue. La semana pasada sonaban "Got to be certain" y "Hand on your heart"; y ayer mismo, en otro Zara diferente, "Nothing to lose" Yo tengo debilidad por Kylie por un amiguito que me ilustró con su vida y milagros, y la verdad es que es como la versión moderna de una tragedia griega: nace como actriz de culebrones/cantante de descacharrantes éxitos pop en manos de los productores-magos de los 80 para revelarse contra el inocuo y reconfortante soserío de temas como "I should be so lucky" (I should be so lucky in love) y tomar las riendas de su carrera para hacerla discurrir por los terrenos de lo indie. Pero fracasa la pobre, se vuelve a dejar crecer el pelo y regresa convertida en reina del disco y, a todo esto, diva gay. Es terrible porque después de hablar horrores de su etapa de duetos con Jason Donovan, de hacer videoclips "con mensaje", de echarse novios metaleros y de luchar por demostrar que aquella niñita de Vecinos tenía un cerebro, va y reniega de todo eso y vuelve a lomos de temas como Your disco needs you, que me parece estupendo y yo encantada, pero qué terrible metáfora de la renuncia a la propia identidad pese a todo ¿no? Dejemos hablar a los expertos, que yo al fin y al cabo soy neófita en esto, y lo mío son los tangos: "... aunque te quiebre la vida..."

¡Yups! La canción que me va a obsesionar durante toda esta semana (lo he decidido)es -¡atención, amigos de lo indie y de los grupos con "actitud" y un gran estilismo!- el "Romance de la Reina Mercedes", de Concha Piquer. Me encanta la mezcla entre culebrón barato y lección de historia que proporciona esta cancioncilla, y me divierte sobremanera imaginarme su súper éxito en la lista de los 40 allá por los años 40, precisamente. Concha Piquer organizaría sesiones de firmas de singles en el Pilar (si es que existía entonces el Pilar) y daría un macroconcierto en la puerta de Alcalá -acompañada por Antonio Molina- en beneficio de los damnificados por la tragedia de la carbonización de Dresde. Y ese temazo sería también el más solicitado a los estraperlistas (claros antecedentes del top manta), entre raciones extra de azúcar y achicoria. Oh, es que no hay más que escuchar como pronuncia Concha -perdón por la confianza- "y ESPAÑA viste de duelo, y el rey no tiene consuelo, María de las Mercedes" para percatarse de lo mucho que se debían correr con esta canción los falangistas nostálgicos de la monarquía borbónica.
Qué populachera me siento esta noche. :) (éso pretende ser una sonrisita de satisfacción)

Unas consideraciones sobre diversos temas sin trascendencia:
¿Cómo es posible que alguien en este planeta crea que lo que hace esa petarda de Avril Lavigne sea punk? Ay, si Sid Vicious levantara la cabeza... se volvería a morir enseguida.
Thora Birch tiene unas piernas horribles. Lo que no quita que el resto de su cuerpo, incluida esa boquita de pitiminí tan años 20 que tiene, sea muy hermoso.
Drew Barrymore es muy hermosa, es bellísima (eres bellíííí
simaaaa... pronunciado igual a como lo hace Bumbury)

Sophie Ellis Bextor tiene una belleza turbadora, es inaccesible, hermosísima.
Carole Lombard también era tremendamente hermosa. ¿Por qué tuviste que morir, Carole, dejando a Clark roto para los restos?

Naturalmente, Ava Gardner también era hermosísima, tremenda, súper hembra, qué ojos, qué caderas, derrochando personalidad por cada rizo negro, follando con Frank Sinatra... Me encanta que las estrellas se líen unas con otras, esa exclusividad y esa especie de "xenofobia" hacia los no-estrellas (es lógico su caso, al fin y al cabo se mueven en círculos de no-famosos) son el 50% de su encanto.
Edward Furlong también es hermoso, hermoso.

Y, claro está, Tobey Maguire. ¿Quién si no?

Esto me ha quedado que parece que tuviese trece años y estuviese en plena explosión hormonal.
Cosa que por otra parte, menos lo de los trece años, es verdad.

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